La estadounidense ahora quiere realizar los trámites para acoger en su familia a un tercer peque
Katie Price tuvo que comenzar una nueva vida luego de separarse. Ocurrió justo cuando cumplió 30 años y en ese momento decidió dar un giro a su existencia: se cambió de ciudad, de trabajo y decidió tener un hijo.
Ella tiene problemas de fertilidad, pero eso no fue obstáculo para cumplir su sueño en Estados Unidos. Hace tres años resolvió adoptar a un niño sin nombre, de apenas cuatro días, que había sido abandonado en un hospital.
Luego de un año de trámites, Price pudo adoptar a Grayson en Colorado, sin saber que sería el inicio de un nuevo y bello camino. Un mes después de terminar esos trámites, otro trabajador social se contactó con ella por otro caso, el de una niña recién nacida, de nombre Hannah, que necesitaba una familia, recoge Daily Mail.
«Sé que estoy loca, pero Dios me está diciendo que diga que sí», confesó Katie. La mujer notó algo en sus dos hijos: el apellido de la madre biológica era el mismo, entonces gracias a un examen de ADN confirmó que los bebés son medio hermanos.
Katie adoptó a Hannah en diciembre pasado y, según el medio inglés, puede que no sea la última. La madre de Grayson y Hannah dio a luz a un nuevo bebé, el que está siendo cuidado por Katie, quien espera adoptarlo este año.
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