«Desde el día uno supe que se iba a llamar así», dice el orgulloso padre.
Todos los ojos están puestos en la final de la Copa Libertadores, ya que por primera vez se enfrentarán en estas condiciones Boca Juniors y River Plate, los archirrivales del fútbol argentino.
Una final soñada para todos los hinchas argentinos, quienes seguramente nunca pensaron que iban a tener la posibilidad de ser testigos de un duelo de estas características, más aún sabiendo que en Argentina el fútbol es una pasión que va más allá de la cancha.
Un muy buen ejemplo de este irracional fanatismo es lo que hizo una pareja con su hijo recién nacido al que llamaron River Plate.
«Se me ocurrió preguntarle a mi señora si me daba la posibilidad de llamarle River, ya que el apellido de ella es Plate y coincidía todo. Y me dijo que sí, que después lo veíamos. Y con el correr del tiempo se fue afirmando esa idea», dice Nahuel Eduardo Bejarano, según recoge el sitio 20 minutos.
El bebé nació el 16 de octubre en la localidad bonaerense de Pinamar y fue inscrito como Agustín Enzo River Plate Bejerano. De hecho, su segundo nombre «Enzo» también hace referencia al fútbol, específicamente a Enzo Francescoli, el crack uruguayo que vistió la camiseta de los «Millonarios» y que para el padre es su máximo ídolo del fútbol.
Bejarano reconoce que «es una enfermedad hereditaria», ya que «la pasión se transmite». Aunque algunos lo criticaron, Nahuel le agradece a su esposa que siempre lo apoyó. «Desde el día uno supe que se iba a llamar así», dice.
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