En 2012 la estadounidense Sarah Vaeth por problemas en su columna comenzó a usar corsé, con el que pretendía remediar la espalda y hombros encorvados que había ganado por tener una mala postura.
Pero el uso de esta prenda trajo consigo una obsesión para la mujer de 42 años de Oregon ya que comenzó a usarla por más de 20 horas diarias para lograr reducir su cintura.
Su primer corsé la dejaba con una cintura de 60 centímetros, mientras que su cintura real era de 66cm. Cuando se vio con esas curvas, le encantó, por lo que decidió comenzar a utilizarlo para achicarla apun más.
«Me sentí instantáneamente atractiva…parecía sorprendente para mí«, afirmó Sarah al medio británico Daily Mail. También dijo que en principio sólo podía ocuparlo por una hora, ya que no aguantaba la presión que éste ejercía.
Con el correr del tiempo la mujer creó una prenda mucho más pronunciada y más pequeña, el que sólo dejó hace cuatro años cuando quedó embarazada. Luego del parto, a sólo unos días de haber dado a luz, comenzó nuevamente a utilizarlo.
Actualmente, la mujer pasa gran parte del día y la noche con un corsé de 45 centímetros, sin embargo, en intervalos más pequeños de tiempo usa uno de 40 centímetros para achicar aún más su cintura.
«Tengo 14 corsés en total. Algunos son solo corsés estandarizados, otros son personalizados o semi personalizados. Tengo algunos vintage que compré como curiosidades, aunque son ponibles», contó.
«Tiendo a usar corsés entre 16 a 20 horas por día, y casi siempre duermo en él. El tiempo más largo que he estado usando un corsé constantemente es de 24 horas. Durante mi rutina diaria normal, uso un corsé corto que me permite una mayor movilidad. Puedo cultivar un huerto, limpiar la casa y caminar. Lo único que no puedo hacer es correr, así que me lo quito «, explicó.
¿No será mucho?