El cantante quiso jugar algunas fichas en el casino del hotel Wynn, sin embargo, sus fans se lo impidieron
Luis Miguel tenía pensado pasar un buen momento luego de un concierto que brindó en Las Vegas. Tras el término de su show se fue al hotel Wynn donde junto a una de sus coristas quiso jugar algunas fichas en el póquer. Sin embargo, le fue imposible por el caos que generó entre los presentes.
El artista se sentó tranquilamente en una de las mesas de la sala principal del casino pero a medida que pasaban los minutos fue reconocido por sus fanáticas, quienes se acercaban donde estaba su ídolo para pedirle autógrafos y fotografías.
Llegó un punto en que las fans eran decenas y hacían imposible la permanencia del cantante en el lugar. «Que es difícil jugar así», dijo en un momento el «Sol de México», quien nunca perdió su característica sonrisa de su rostro.
Fotos: Captura de video