Los niños con su inocencia enternecen a cualquiera y eso es precisamente lo que logró un grupo de ellos en Punta Arenas.
Resulta que los peques visitaron el edificio de la Intendencia de Magallanes y Antártica, cuando de pronto vieron pasar a un señor con barba blanca y lentes por los pasillos, por lo que para sorpresa de muchos corrieron hacia él y aprovecharon de pedirle regalos y contarle que querían para la Navidad ya que lo confundieron con el viejito pascuero.
Pero ese hombre no era Santa Claus sino que el alcalde de Laguna Blanca, Ricardo Ritter quien la ver la alegría de los mini seguidores les siguió la corriente y comenzó a interactuar con ellos como si fuese el mismísimo Papa Noel.
¡Qué ternura!