En 2017, Selena Gomez, producto de la enfermedad de Lupus que posee, comenzó a necesitar de manera urgente un trasplante de riñón. Su amiga, Francia Raisa, le donó uno, lo que permitió que hoy la artista pueda desarrollarse y vivir con normalidad.
Sin embargo, en aquel procedimiento hubo una complicación, pues la cantante sufrió la rotura de una arteria y tuvo que ser rápidamente intervenida para sacar una vena de su pierna y construir una nueva artería, con el objetivo de mantener el riñón con buen funcionamiento, según indica el sitio La Vanguardia.
Es por este motivo que la estrella pop tiene una cicatriz en su pierna, la que -por su tamaño- deja en claro la gravedad de la cirugía a la que se sometió.
Ante las imágenes que se filtraron de su paso por Sydney de vacaciones, Selana precisó que «el mito de la belleza: una obsesión por la perfección física que atrapa a la mujer moderna en un ciclo interminable de desesperanza, autoconciencia y odio hacia si misma».
¿Qué opinas de sus palabras?
Fotos: Instagram.