Ígor Alexéyev comenzó a ver las noticias y se enteró gracias a un reportaje que su esposa era una trabajadora sexual.
Ígor Alexéyev se sentó a ver un reportaje en la televisión. En las imágenes comenzó a ver una redada policial que la policía rusa realizó en la ciudad de Úfa a principios de año y se percató de una oculta verdad.
El pasado 16 de febrero fue emitido el reportaje por el canal REN, e Ígor se percató que su mujer fue detenida por prostituirse en un burdel de la ciudad. El hombre comenzó a indagar en Internet y se encontró con una decena de anuncios publicados por la mujer ofreciendo sus servicios.
María Lusnikova cobrara unos 15 mil rublos, alrededor de 260 dólares, a sus clientes por la noche, o la mitad de esa suma por dos horas, contó sorprendido su marido.
Alexéyev presentó una demanda por la custodia de la hija de ambos que solo tiene 6 años, y la ganó. En ella pedía también que su madre no la pudiera ver por las posibles cicatrices emocionales si descubría la verdad.
«Me prometiste montañas de oro», objetó la mujer en una conversación telefónica con su expareja, que también citó el canal REN.
Lusnikova alegó que el su exmarido, que era banquero y empresario, jamás le dio el estándar de vida que le había prometido cuando se casaron hace ocho años. En opinión de la trabajadora sexual, si el marido no trae bastante dinero a casa, entonces debe «estar sentado callado».
Fotos: Captura de video