Se debió a sus dimensiones y peso que lo hacen difícil de transportar. La organización se comprometió a enviárselo a una de sus residencias.
El momento en que a Miguel Bosé se le entregó el premio Ícono del Festival de Viña fue uno que quedará grabado en la retina de los millones de espectadores y de todos quienes estaban en ese momento en la Quinta Vergara.
El reconocimiento, por sus 10 presentaciones en el certamen, fue duramente criticado en las redes sociales y comparado incluso con trabajos escolares.
Pero lo que pocos saben es que ese particular galardón aún está en Chile, ya que Bosé no se lo ha llevado todavía. Pero no fue porque no le haya gustado, sino que se debió a sus dimensiones y peso que lo hacían difícil de transportar, más aún cuando el artista español siguió presentándose en distintas ciudades de Chile, según señala La Tercera.
El premio tiene un peso aproximado de tres kilos y está fabricado con maderas nobles de raulí, letras de bronce y oro, y cristales Swarovski. Eso lo hacía difícil de transportar entre las distintas ciudades.
Por su parte, la organización del festival se comprometió a enviárselo a su residencia en España o Panamá, donde vive desde 2015.
Foto: Captura de video