Al momento de ofrecer sus productos, los vendedores deben poner toda su originalidad, y esto lo tiene más que claro una mujer en Brasil.
Ella trabaja en las playas y para vender sus pasteles se pega un grito de aquellos que llama bastante la atención de quienes la escuchan, además de asustar a algún par.
La trabajadora grita a todo pulmón «¡Hay un pastel!». Aún no sabemos si la ve bien vendiendo, pero de lo que sí estamos seguros es que está causando furor en redes.