La joven relató el acoso que ha debido soportar por parte del hombre que ingresó al río Mapocho y pidió terminar con este tipo de descabellados actos que se disfrazan de amor.
Este fin de semana un hombre hizo noticia luego de ingresar al río Mapocho con un cartel que decía: «Katy, hablemos». La imagen provocó repudio en las redes sociales, al ser considerado un acto de acoso y manipulación, más que de amor o arrepentimiento.
Un hombre muy enamorado en el Mapocho #KatyPescalo pic.twitter.com/fHIwLOmDiS
— Carol Campuzano (@Carol_Campuzano) October 14, 2017
Luego de viralizarse la imagen, la joven aludida entregó su versión y al igual que muchos usuarios, pidió terminar con este tipo de manifestaciones. «Basta de acosar e intentar manipular, hay que aceptar una negativa».
Según el sitio El Desconcierto , la mujer decidió entregar su versión de lo ocurrido en el sitio «Confesiones de una soltera», donde la autora Paola Molina aseguró que la respuesta es real.
«NO ES NO, cuando una mujer dice que NO, esto no es una invitación para seguir «conquistándola» ¿Acaso somos un terreno, una propiedad? Basta de acosar e intentar manipular, hay que aceptar una negativa. Me pregunto ¿Por qué meterse al Mapocho es visto como un acto de amor? ¿Nadie se pregunta si antes de llegar a eso cometió actos de acoso y hostigamiento? (que así fue)», comienza el texto.
Según la joven este tipo de actuar, ya sea por parte de un hombre o una mujer es descabellado y no se debe disfrazar de amor. «Este sujeto con sus errores, no son nada comparado con lo que ha demostrado ser durante los 9 meses que han pasado desde el término. No he podido salir o hacer mi vida normal sin pensar en que me lo toparé», agrega.
La mujer asegura que el hombre la ha seguido a todos lados, incluyendo trabajo, casa de familiares e incluso ha estado parado horas afuera de su casa.
«Actitudes tan pasivo-agresivas están tan normalizadas, pero deben ser cuestionadas y jamás aceptadas, debemos pensar en por qué estas personas toman medidas tan extremas para obtener la respuesta que quieren oír. Esta persona sólo quiere atención y eso es lo que se le debe dar, pero sólo de un profesional, porque tiene un desequilibrio, además de un gran ego», señala en el texto.
«Es hora de respetar a las mujeres/hombres como iguales, respetar sus decisiones sin limitar, obligar o manipular la libertad del otro. Cuando se transgrede esta libertad, estamos siendo egoístas y se le puede llamar de todo, menos amor», finaliza.
A continuación el texto completo.
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