Un hombre visiblemente iracundo intentaba destruir una tienda en Polonia, a punta de patadas y piedras rompía los vidrios de esta, incluos un transeunte al ver lo que ocurría quiso frenarlo pero nada consiguió.
Pero el destino tenía preparada otra cosa para el rabioso sujeto. Resulta que al percatarse que un peatón estaba llamando a la policía el hombre salió corriendo del lugar, con intención de escapar de la escena de vandalismo que había protagonizado.
Sin embargo, al cruzar la pista a velocidad, este fue atropellado por un auto. Debido a los carros que estaban estacionados a la derecha, el conductor del vehículo no pudo verlo.
El estado del hombre es crítico y, a pesar de su accidente, al recuperarse tendrá que responder por los actos de violencia que realizó contra la tienda. Actos que le salieron más caros de lo que pensaba.