La cara del irlandés tiene las marcas que le dejaron los puños del boxeador invicto. Una clara muestra de lo duro que es este deporte.
La pelea entre Conor McGregor y Floyd Mayweather era el combate más esperado del año y a pesar de que a muchos decepcionó, hay que reconocer que el irlandés dio todo hasta el final.
Lamentablemente, no pudo contra la experiencia y técnica del estadounidense quien poco a poco lo fue cansando hasta que en el décimo asalto decidió jugar en serio.
Independiente de lo que haya dicho después el irlandés, en el décimo asalto se vio que McGregor ya no podía más. Con la guardia abajo y jadeando, el luchador no tenía golpes que ofrecer, situación que fue aprovechada por el boxeador invicto.
Mayweather comenzó a propinarle una lluvia de puños hasta que el árbitro decidió detener la pelea dando como vencedor al estadounidense con un nocaut técnico.
Seguramente cualquiera que haya recibido esos golpes tendría que estar recuperándose en un hospital. Aunque los luchadores, como es el caso de McGregor, son deportistas que están acostumbrados a ser golpeados, de todas formas sus cuerpos se recienten.
Así dejó en evidencia una fotografía del irlandés después de la pelea, que lo muestra con las marcas que le dejaron los golpes de Mayweather, en especial en el pómulo izquierdo.
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