¡Qué valiente! Una mujer iba en el ascensor concentradísima en su celular, cuando de repente un cabro se pone detrás de ella y comienza a echarle el ojo.
De repente el jote comienza a tocarla, pero no sabía con la chichita que se estaba curando, porque la chiquilla lo aforró con cuática, para que dejara de molestarla.