En el «Show de la Tencha» hay momentos románticos, de pena, peleas y también para la risa. Como la vieja loca es bien paleteada dejó que un auditor se tirara unas bunas rimas. La gracia fue que, mientras el cabro estaba en su salsa con las letras, nuestra dama número uno no aguantó las carcajadas y le avivó la cueca al chiquillo para que se soltara con sus versos.