Están todos cortados con la misma tijera. No hay mayor dicho que le caiga como patada en la guata a un hombre que ese. Las mujeres pueden dar fe de ello cuando pillan a la pierna pelua con la mirada para otro lado.
A continuación te dejamos la galería que es la prueba viviente de como los hombres desvían los ojos y, para peor, la hacen poco piola. ¿Mirar es gratis o no?