Sí, las imágenes son chocantes al ver como el pobre animal marino sufre por culpa de unos atorrantes que lanzaron la red al mar. Pero la tortuga tuvo la suerte de encontrarse con un par de cabros buena onda que la ayudaron al toque.
La cosa igual se puso color de hormiga, el animal no se quedaba tranquilo mientras uno de los jóvenes trató de cortarle la molestosa malla. Tras unos minutos de tensión todo salió flor y la tortuga desapareció entre las profundidades feliz y libre.