Hasta ahí no suena la gran cosa, pero pasa que el cabro se la jugó tanto en la producción que, gracias al montaje, la rutina le sale de corrido. La magia de la edición le jugó a favor al socio porque se ve la misma secuencia mientras los paisajes cambian atrás. Baños públicos, campos deportivos y locales de comida rápida fueron usados para dar vida a esta novedosa idea. ¿Qué tal?