Una extraña pero hermosa historia ocurrió en el zoológico de Carolina del Sur. Un orangután macho cachó como cuidar a tres pequeños tigres y se convirtió en el papito corazón de los felinos.
La cosa fue así: el simio se avispó y miró por meses como los cuidadores del recinto alimentaban a los pequeños mamíferos. La cosa no fue tan peluda y de un día para otro el orangután quiso ser el encargado de la salud y bienestar de los cachorros. Los felinos no se hicieron de rogar y se dejan lavar, peinar y abrazar por su nuevo papi.