No tiene súper poderes, tampoco combate la delincuencia ni menos la corrupción. Este cabro de Birmingham, Reino Unido lo que sí tiene es buena voluntad y paciencia. Todas las noches llena su mochila con sándwiches y sale a repartir panes a los vagabundos de la ciudad. La gracia es que el broca cochi prefiere pasar piola y por eso se viste de Spiderman para que nadie sepa su identidad.
El nuevo superhéroe es toda una celebridad en la localidad y forma parte de un movimiento que combate la hambruna. Pero el joven se niega a revelar su rostro, varios programas y radios lo han invitado a los programas y él siempre va vestido de Spiderman.
También le pone la onda este lolo: se saca selfies y las sube a sus cuentas con mensajes que llaman a tomar conciencia del problema. La gente le ofrece plata pero se niega a aceptarla. Sólo admite comida que sirva para ayudar a los desamparados.
