La cosa no quedó ahí. Li Tan, cual mujer despechada, subió las fotos a redes sociales donde recibió el apoyo de varias mujeres mientras su amiga que la acompañó en la maldad le recomendó parar la venganza.
“Ella estaba furiosa. Le dije que mejor esperara a ver qué decía él, antes de atacar el auto, porque ni siquiera era de él”, afirmó Lu Xeng para medio chino People’s Daily Online, y agregó: “No me quiso escuchar porque estaba convencida del engaño, así que la dejé hacer lo que quisiera.
Pero todo fue un mal entendido. Cuando De Wu llegó al hogar no pudo creer lo que hizo su novia con el auto, entonces de inmediato quiso aclarar la situación. “Le pregunté qué pasó y se enfureció. Le expliqué que había estado organizando una fiesta sorpresa para ella, y le mostré la reserva que había hecho online en un restaurante donde la iba a llevar. Después le conté que todos sus amigos iban a llegar más tarde”.
Al final la novia se calmó y el asunto se arregló, pero el auto pagó las consecuencias por el ataque de celos. “No creo que alguien vaya a arrendar ese auto pronto”, remató el chino sometido.