La historia fue más menos así: El animal se posó sobre el pequeño, para darle calor con su cuerpo y comenzó a maullar fuerte hasta que una vecina de uno de los edificios se asomó y vio lo que estaba pasando. Al ver a Masha, quien es una conocida del barrio, ya que lleva tres años viviendo en los alrededores, y de quien entre varios se encargan de cuidarla y alimentarla, fue a ver que pasaba.
Gracias a esta acción el niño fue llevado al hospital de la ciudad, donde afortunadamente se encuentra en buen estado de salud.