Según los especialistas del Centro Médico de la Universidad Johns Hopkins, en donde estudian su caso, es la única persona que sufre esta patología, y sospechan que se haya manifestado luego de que tras un ataque de asma en el año 2009, le aplicaron una gran dosis de esteroides y, que desencadenó una alergia al tratamiento. Lo peor fue que tras varios exámentes, ninguno arrojó resultados muy claros y tampoco algún médico supo explicarle qué tenía.
Su madre, en todo caso, no quería aceptar que su hija estaría el resto de su vida con eso, y buscó incansablemente, hasta que llegó al Centro Médico de la Universidad Johns Hopkins, donde concluyeron que Shanyna estaba produciendo doce veces más el número de células de la piel que crean las uñas.
Actualmente, esta joven se encuentra bajo un tratamiento que ha parado el crecimiento de las uñas.