Lamentablemente, luego de la denuncia de varios vecinos, la policía italiana obligó a Norma Rossetti a desmontar el denominado como «El árbol del placer», lo que obviamente provocó la indignación de la empresaria. “He pagado al Ayuntamiento (el equivalente a municipalidad) casi 4.000 euros (un poco más de 3 millones de pesos), por la ocupación del espacio público y no me han dejado mantener el árbol ni veinte días”, declaró muy molesta a los medios…. pero ni por muchas gestiones que hizo, logró mantener en su lugar este curioso y llamativo arbolito.