Los investigadores comenzaron el estudio con la premisa que las familias monoparentales con hijos podrían tener muchos más problemas a la hora del coqueteo, pensando en las obligaciones que implica cuidar, alimentar y educar a su hijo o hijos… Sin embargo los resultados no fueron tan obvios como se pensaba, ya que al parecer los hombres y mujeres sin hijos, aunque tienen más tiempo libre y menos responsabilidades, les salta la liebre mucho menos que los padres solteros, y la respuesta a este fenómeno estaría en que «los padres y madres de niños pequeños experimentan cambios hormonales que pueden afectar su sexualidad»
Eso si, hay que puntualizar que este estudio no afirma que las familias monoparentales están teniendo más sexo que los padres casados, ya que la realidad refleja que los matrimonios sin hijos o parejas casadas que están tratando de tener hijos, probablemente tienen más sexo que nadie en la tierra.