Hace nueve meses, en otro punto de California, una veterinaria llamada Teresa Micco, también perdió a su loro, físicamente similar a Nigel, y empapeló las calles con su foto y tras ello, un cliente fue a su consulta afirmando haber encontrado a su loro. Lamentablemente no era el loro de la veterinaria, pero gracias el chip del animal, descubrió dónde vivía Nigel y se animó a entregárselo a su dueño, un inglés llamado Darren Chick.
Aquí viene lo bueno: Según el diario Daily Breeze, el loro había perdido su inglés y hablaba perfectamente español, y hasta trató de morder a su dueño cuando éste intentó ponerlo en su mano y se puso a ladrar como un perro y a decir en español: “Soy de Panamá”, “¿Qué pasó?”.
A pesar de la curiosa escena, Chick lloró de emoción ante el reencuentro con su mascota, además que desde ahora podrá enseñarle idiomas.