Todo comenzó el 14 de octubre de 2013, día en el que Landon, un niño de 12 años se dio cuenta que había dejado de sentir hambre y sed…Además, también comenzó a sentir mareos que casi lo dejaban inconsciente, por eso los padres lo llevaron al hospital donde los médicos le diagnosticaron una infección bacteriana en el pulmón izquierdo después de hacerle una radiografía. Los expertos aseguraron que cuando se le pasara el hambre y la sed volverían y aunque se curó de la infección, nada volvió a ser como antes.«Algo pasó en mitad de aquella noche. Se despertó de esta manera y aún no se recupera», señaló su padre Michael. Desde ese momento sus progenitores tienen que recordarle a Landon que coma porque, de otra manera, perdería las energías y sufriría descompensaciones, ya que después de meses de investigación y los expertos revelaron que el chico podría padecer una enfermedad extremadamente rara y aún desconocida, de la que no existirían antecedentes previos.
