¿Qué le provocó esta enfermedad? Según explica Becker, una sensibilización en la cadera ha sido la que le ha cambiado de vida, hasta tal punto que un día se cayó de una silla y se le desplazó una vértebra por culpa de los orgasmos…orgasmos que se dieron hasta cinco veces más camino del hospital.
El «síndrome de excitación genital’ que sufre este hombre, le impide salir a calle, ya que en ningún momento del día paran los orgasmos y no se salva de ellos ni en las situaciones menos adecuadas, como por ejemplo, en el funeral de su padre, donde llegó a tener nueve orgasmos con toda su familia delante.