Los casos más comunes, señalan en la Shazaiya Aiga Pro Agency, son cuestiones relacionadas con el dinero o el amor y otro de los clásicos es cuando un cliente quiere tomarse un día en el trabajo, y una mujer se hace pasar por su esposa, la que llamará a la oficina y se deshará en disculpas ante su jefe, diciendo que usted está enfermo.
Por supuesto que los servicios que ofrece esta empresa, en el borde de los límites de lo ético, tienen su precio y son nada baratos: Cobra 25.000 yenes (poco más de 140 mil pesos) por una disculpa cara a cara, mientras que por una telefónica o por e-mail, 10.000 (57 mil pesos aprox.).
Nos queda claro que tragarse el orgullo se cotiza muy bien en el mercado.