Los animales que habitan en esta isla hace alrededor de doce años, han tomado la costumbre de acercarse chapoteando a los yates que recorren las cristalinas aguas de las Bahamas y de acuerdo con algunos relatos de visitantes a la isla, los cerdos usualmente se acercan a las embarcaciones para comerse cualquier tipo de alimento que encuentran, y han creado así un ritual que paradójicamente atrae cada vez más turismo.