Según un especialista, «no se hacen directamente sobre el esmalte de los dientes originales porque esto los dañaría para el futuro. Se trata de diseños que se aplican sobre implantes, fundas o carillas para no comprometer el esmalte. Es más, si se hacen sutilmente, o por la cara palatina, se acercan más a una expresión artística corporal».
El procedimiento es muy sencillo: primero se elige el motivo que se quiere tatuar, luego el dentista realiza un molde del diente donde se va a aplicar y es sobre este material que se imprime el diseño. La colocación se realiza de la misma manera que un implante, funda o carilla y sus cuidados también son los mismos, de igual manera es importante destacar que esta es una práctica que debe llevarla a cabo un odontólogo y siempre respetando el esmalte dental original para que la salud oral siga siendo la adecuada y así evitar posibles enfermedades en tu boca y dientes… Además, si te cansas de el o los dientes tatuados, podrás quitar esa funda y volver al diente original si más complicaciones.