La almohada en cuestión está provista de un micrófono integrado que registra las vibraciones sonoras de los ronquidos. A continuación, se infla una bolsa de aire interno que aumenta la profundidad de la almohada en poco más de 6 cm, sólo lo suficiente para hacer que el sueño mueva su cabeza o el cuerpo. La sensibilidad del micrófono se puede ajustar para la luz o ronquidos fuertes, e incluso se puede apagar. Es decir, si estás durmiendo y roncas, sentirás un remezón que te hará cambiar de posición sin despertar a la persona con la que compartas la cama.
Dormir bien, claro, tiene precio. Las novedosas almohadas se consiguen por alrededor de 150 dólares. (Aprox $75.000)