Sufre una rara enfermedad conocida como «síndrome de autodestilación», lo que significa que cada vez que toma azúcar o hidratos de carbono los transforma en alcohol. Este trastorno hace que Hogg, de 35 años, ande todos los días bajo los efectos de una borrachera, con su consecuente caña…
Matthew Hogg ha contado que «la comida comenzó a sentarle mal siendo adolescente, pero que los efectos fueron empeorando con los años». Especialmente cuando ingería cualquier comida con altos contenidos de hidratos de carbono, «sufría martilleantes jaquecas, náuseas terribles, en ocasiones vomitaba y sufría deshidratación, sudores fríos, temblor en las manos… Era como si la noche anterior hubiera salido, pero sin haber consumido nada de alcohol», ha asegurado.
La enfermedad que padece, por el momento, no tiene cura. Sólo puede adaptar su dieta, para que sea baja en azúcares.