Sólo con entrar por la puerta se experimenta sensación de vértigo, no tanto porque los muebles estén pegados al techo, sino por una ligera inclinación del suelo. Una casa »al revés», con el techo clavado en la nieve que cubre el principal centro de exposiciones de Moscú, tiene dos pisos que cuentan con una habitación para niños, un salón, un comedor, un dormitorio y un baño, se ha convertido de la noche a la mañana en una atracción turística.
«He viajado mucho por el mundo. Vi una casa en uno de los países que he recorrido y me encantó la idea. Lo quise llevar a cabo en Rusia y por fin lo conseguí«, dijo el empresario Alexánder Donskói, autor de la iniciativa. Agregó que demoró 45 días en armarla: «Batimos el récord mundial frente a los 114 días que habían tardado los polacos en hacer lo mismo».