Al parecer el bueno de Luke tenía ganas de más cuando sus amigos decidieron irse a la casa. Él ya estaba bien arriba de la pelota, así que tomó un taxi, pero el lugar de dirigirse a su hogar, le dijo al taxista que mejor lo llevara al aeropuerto.
Luke había visto antes por internet que había vuelos baratos a París y debió ser que en el momento de estar en el máximo apogeo de borrachera se acordó y, pasaporte en mano (lo llevaba porque lo usaba como carnet de identidad) no lo dudó: tomó un avión y partió a Paris, desde donde comenzó a subir fotos en Twitter, lo que alertó y dejó sorprendidos a sus amigos, que la última vez que lo vieron fue esperando la movilización a su casa.
«Todo empezó con tomar una cerveza después del trabajo. Entonces una cosa llevó a la otra y decidimos ir a un bar«, explicó Luke, que se gastó en la bromita 300 libras, es decir, alrededor de 260 luquitas.
Uno que se fue al chancho con esto de que Sólo se vive una vez!!