El Dr. Weeks, se tomó nada, ni nada menos que diez años, en los que estudió a miles de hombres y mujeres de todas las edades. Según lo que observó, las personas de entre 40 y 50 años que lucían más jóvenes, eran las que practicaban sexo con una frecuencia de tres veces por semana. Aunque hay un punto bien importante: Tener placer es “un factor crucial”, que resulta fundamental para preservar la juventud.
Según este experto el sexo no solo haría parecer más jóvenes a esas personas, sino que también prolongaría su vida. “La calidad de la vida sexual en los adultos mayores predice el estados de salud general y el bienestar”, señaló el doctor, nos dio un dato bien interesante: está demostrado que el riesgo de mortalidad se reduce en un 50 por ciento en las personas que tienen un orgasmo con mayor frecuencia (dos veces por semana o más).
“La satisfacción sexual es un factor importante de la calidad de vida, tanto como puede serlo la espiritualidad o la pertenencia a una comunidad religiosa”, dice el estudio que afirma que el sexo en la madurez puede incluso promover una mayor actitud positiva ante la vida. “El sexo no es un privilegio de los jóvenes, no debe serlo”, concluye el doctor.
El estudio, eso si, aclara que el sexo con una pareja estable es más beneficioso que el sexo casual porque este ultimo provoca en ocasiones ansiedad y ausencia de seguridad, dos situaciones que hacen que uno se vea más viejito.