El pequeño Paul Franklin, de apenas 4 años de edad, no se lo podía creer cuando vio salir de dentro de su rodilla tenía caracol. Ahora, Paul y «Turbo», que así se llama el animalito, se han vuelto inseparables (bueno, antes lo eran más).
Esta sería consecuencia de una caída del niño en la playa, tras lo cual se raspó su rodilla contra una piedra, pero se pensó que algo nada grave y se le hicieron las curas mínimas a la pequeña herida y ya está. Sin embargo, con el paso de los días, la rodilla del niño se hinchó y se infectó cada vez más por lo que acudieron al médico, que les recetó unos antibióticos. Pero éstos no hicieron efecto: la rodilla seguía hinchada y lo que es peor, con un bulto negro dentro que no sabían muy bien lo que podía ser, por lo que los padres decidieron drenar ellos mismos la herida y sorpresa: Salió un minúsculo un caracol marino que colocaron en agua y sobrevivió, y que ahora se ha convertido en la mascota de la familia. Parece que cuando Paul se cayó, se le pudo meter dentro de la herida un huevo de esta especie y y logró desarrollarse.
Curioso no?